lunes, 31 de mayo de 2010

La Severa Leiva



No podia comenzar hablar de los personajes de mi pueblo sin comenzar hablando de mi abuela, sería como tratar de tapar el sol con el dedo. Es por eso que mi primer personaje de mi pueblo se lo dedico a ella.
La Severa Leiva es uno de esos personajes que no todo pueblo tiene.... Una mujer de 86 años en su documento, pero que según la vida 90, y que de vivencias y experiencias de la vida lo duplica. Una caminadora incansable de la vida que, por circunstancias caprichosas de la naturaleza la hizo deambular por cual trabajo se le presentara para poder criar a sus ochos hijos "sola" sin la ayuda de nadie. "La Severita" le dicen todos, ..."recien ha pasado para abajo, debe ser que ha ido a buscar pan en la Luisa"... y así es todo el día va y viene con su pañuelo atado en su cabeza los dias de viento y frio o bien peinada al costado cuando hace calor.
En su cara surcan las pruebas de sus años y lo duro de su vida, pero tambien refleja la fortaleza de su caracter y el orgullo de no deberle nada a nadie.
Es una mujer inquieta, bondadosa que no se le achica ni al mas grande y cuando alguien necesita es ella la que esta presente sin que nadie le diga nada.
Todos la conocen aquí, en el pueblo y en los otros tambien, todos la ven pasar caminando con su mano en la cintura.
Ella nació y se crió en el pueblo, fue a la escuela hasta tercer grado, y luego en la ciudad, dueña de una rapidez mental y memoria única.
No podría contar ninguna ácnedota, historia por que su vida es un ejemplo a la vida, al trabajo, al esfuerzo a la superación.
Mi abuela, la Severita...

martes, 18 de mayo de 2010

NO METAS LA MANO EN LA CUEVA.......

Mañana de Verano, sol, mucho sol y por consiguiente un calor que te aplana en el piso y como todos los días nos juntamos con mis primos en la casa de la Tía Miriam y salíamos hondear.

Pantalón corto, remera manga corta, las zapatillas de todos los días y la incansable honda.

Salíamos por el fondo de la casa y por la senda de cambuchi nos metíamos por la acequia rumbo norte bordeando la loma buscando las torcasas o lo que encontremos, el objetivo era hondear. Pero resulta que con los chango ese día se nos ocurrió ya casi a la hora de la comida ir a la “loma” es una pequeña lomada que se encuentra sobre la ruta en la que hay una construcción en donde funcionaba al principio una despensa y después se hacia baile.

Eran como las doce y media cuando empezamos a subir despacio y sin hacer ruido buscando una lagartija que se nos había cruzado y que los changos ya le habían tirado un par de hondazos con tanta mala suerte que ni siquiera le llego cerca, viendo esto la lagartija corrió raudamente hacia el monte y sobre unas piedras y se metió en una cueva pero la ligera lagartija no contaba con la velocidad de los changos que la perseguían ni mucho menos el ímpetu de cazadores de pillarla cueste lo que les cueste.

Con tanta mala suerte esta pobre lagartija que se mete en una cueva que no entraba toda por lo que la cola de ella estaba al descubierto, cuando llegamos, apenas la vimos nos dijimos:

“Shhhhhhhhhhhhhhuuuuuuuuuuuu, callate, no hagas ruido”

Caminando en cámara lenta para que la bicha no nos escuche y se escape nos acercamos mirando como movía la cola de un lado para otro como haciéndonos burla.

Mira, mira mira, mira ahí esta, para para para… no le tires que no les vas a pegar decía el negro Honorio (pablo mi primo)

YO LA AGARRO, se acerco muy despacio ….. casi sin hacer ruido y se arrodillo.

Cuando por fin agarró la cola de la lagartija empezó a tirarla pero no salía.

Mirala a la hija de pu… no quiere salir y una sola carcajada nos salio a todos, una carcajada cómplice y ganadora, como diciendo mirala se hace la dura.

Pero el negro tiro más fuerte y cuando salio vimos una escena que jamás nos olvidaremos.

Vimos la mitad de la lagartija….. la otra mitad estaba en la boca de una víbora que no soltaba y para colmo el negro tiro tan fuerte que saco la lagartija y también la víbora…..

La víbora movía su cola de forma ondeante y para colmo era larga.

Apenas vimos que el negro saco y la puso a la altura del pecho como diciendo: mira aquí está, pegamos un grito y el susto fue tal que salimos corriendo.

Después nos dimos cuenta que la pobre lagartija en su afán de dispararse de unos peligrosos depredadores, se metió en la cueva donde moraba una víbora que agradecida simplemente abrió la boca y la comió, por eso movía solo la cola y no se escapaba, pobre, que suerte de ese animal

Fue tal el susto que estábamos blanco, tan blanco como los dientes….jajajajajajajaja hoy me causa risa y no te digo nada el negro Honorio jkajajajajajaja la cara de ese chango.

Por un tiempo largo no nos quedo ganas de salir a hondear lagartijas……..

NI MUCHO MENOS METER LA MANO EN LA CUEVA

ORIGEN DE MI PAGO...


La historia de El Portezuelo, se remonta a fines del siglo XVI, año 1591 cuando el gobernador del Tucumán Juan Ramírez de Velazco atraviesa a lo largo el Valle de Catamarca para llegar a la Rioja. Y lo hace explorando minuciosamente cada lugar, por el cuál transita en compañía de sus hombres.
Muchos de sus capitanes hacen una elección teórica de las numerosas regiones transitadas.
Apenas fundada la Rioja, Ramírez de Velazco comienza a hacer merced de tierra de todo lo que significa el valle de Catamarca.
El poblamiento de las mismas se hace masivo y la primera merced de origen riojano es la de Autigasta; concedida a don Alonso de Carrión el 9 de noviembre de 1591 en nombre del Rey de España en mérito de sus importantes servicios prestados a la corona.
Las autoridades de la Rioja disponen la entrega de la merced y lo hace Antonio Álvarez, de origen Riojano, en el pueblo Choya “de la jurisdicción de los Diaguitas” el 9 de junio de 1592.
En el año 1597, la viuda de Carrión Ana Vázquez de Camargo y su segundo esposo venden transformada en estancia la merced de Autigasta, con su algodonal y viñas, por 180 pesos plata, a Juan Bautista Muñoz , tucumano que instalado en la Rioja aparece siendo regidor de el cabildo con el grado de capitán y haciendo de “maestre de campo de la ciudad y gobernación”.
La Merced de Autigasta fue la base de lo que luego serían los pueblos de Huaycama, Santa Cruz y El Portezuelo.
Autigasta; “pueblo viejo de indios” o pueblo la hambruna según la interpretación etimológica que le dan algunos autores.
Con el tiempo estos conglomerados humanos van tomando su propia identidad, conservando sin embargo, una estrecha relación que tiene que ver quizás con sus orígenes.
De acuerdo a datos encontrados en documentos pertenecientes al archivo histórico. Las primeras familias de las cuales se encuentran registros y se las ubica en El Portezuelo serían de apellidos Barros, Páez de Carcajena, Camacho, Oliveras y Pedrazaz.
El Portezuelo “Puerta grande entre los cerros” o “Entrada grande”, según su etimología.
Recostado sobre las falda del cerro Ancasti albergó a las primeras familias en el siglo XVIII, luego que Juan Bautista Muñoz decidiera entregar parte de sus tierras a los Barros, Páez de Carcajena, Camacho, Olivera y Pedrazaz.
Quienes poseían tierras en comunidades cercanas. Estas familias se dedicaron a continuar con el cultivo del algodón, alfalfa viñas y a la cría de animales, caprinos, mulares y ovinos.
El trabajo era realizado por naturales del lugar que habían pertenecido a la merced de Autigasta.

Fuente:
María Rosa Leiva

sábado, 8 de mayo de 2010

A MI PAGO....

Han pasado muchos años desde que tuve que partir a la ciudad para poder forjar mi destino. Ha pasado mucho tiempo que ya no vivo en mi tierra, como cuando era chango.
A veces siento añoranza de cuando salía a hondiar a la siesta cerca del río, o cuando nos juntabamos a jugar la pelota en la calle todavia de tierra. Extraño a los changos de la esquina cuando nos reuniamos a las tardecitas de venaro despues de jugar la pelota. El truco del domingo
a la siesta por la ronda en las mesas del club.Y en esta altura de la vida, cuando uno comienza a vivir y sentir la vida de otr
a manera, siento que mis raices me hechan mano para que no me olvide ella. Y veo hacia atras la imagen de unos changuitos con las rodillas sucias, con la hon
da al cuello y el morral medio cargao listos para salir a hondiar pero me doy vuelta y me veo grande .... vuelvo a realidad solo con los recuerdos de mi infancia y mi tierra lavada por el paso del tiempo y me pregunto ¿Qué hice para que mi tierra me tenga y me recuerde? ¿ Qué puedo hacer por mi pago, que me vio crecer, reir, llorar y también partir?.
Nunca me olvide de ella..... simpre voy.... es mi tierra, mi pago, mi historia, mi herencia... Ya estoy grande, tengo una familia, con hijos y lo mas lindo es ver a tu chango disfrutar de ese pedazo de tierra como yo lo hacia.
Es por eso que desde aqui le rindo honor y tributo a mi tierra, la que te despide con lagrimas cuando te vas y te recibe con los brazos abiertos cuando te ve volver.
Mi pago esta situado a 18 km de distancia hacia el este de la capital, enclavado entre los cerros de la Sierra de Gracian y el Ancasti, en donde se ve mil tonos de verde y un caminito largo que baja y se pierde. Si señor, Ud lo dijo, es El Portezuelo, ese pueblito que se hizo
conocer por todo el mundo por su Samba.
Desde este lujar Rindo un humilde homenja a mi pueblo
que me vio crecer
reir, llorar
partir .... y que cada domingo
con los brazos abiertos me da la bienvenida
al hijo que un dia partio.




Diego Sebastián Leiva