jueves, 29 de julio de 2010

LA SALAMANCA

Si algo no podía faltar es la Salamanca. Así se denomina a una misteriosa cueva enclavada en una loma cerca del río entre los limites de Santa Cruz y El Portezuelo.
Según las historias contadas por los pobladores dicen que allí se reunía el diablo y las brujas de la zona.
Que para entrar allí tenías que adorar al demonio. Al ingreso se ponía un chivo y un crucifijo, se besaba al chivo, que representaba el mal y se escupía el crucifijo. Y que las noches de luna llena un sonido bello producido por una guitarra se esparcía por el lugar, para atraer a los elegidos por el demonio.
Que en sus noches silenciosas se escuchaba a las brujas, mandingas y el diablo cantar.
Todas estas historias podían servir como entretenimiento y además atemorizando para que la gente crea más en Dios “pa que no te lleve el diablo...” como decían antes.
También dentro de sus creencias , estaban los rituales para pedir por agua en épocas de sequía o por la salud de alguien o el bien estar de la comunidad.
Por eso recurrían a venerar algún santo en procesión para que Dios le provea de agua de lluvia.
Prender velas en forma de círculos y ofrendas a diferentes divinidades, todo esto hecho por mujeres que se dedicaban al curanderismo.
En fin, todo esto, característico de una sociedad alejada de los centros urbanos que en su pureza como comunidad se valía de este tipo de hechos con el fin de solucionar sus problemas.
(Entrada principal a la Salamanca)





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